¿Por qué repetimos en nuestra historia personal?

¿Por qué repetimos en nuestra historia personal?

Permítanos recorrer juntos la descripción de un camino conocido para las solas y solos que están en la búsqueda de una nueva pareja estable, a través de relacionar dos cuentos breves y su explicación del por qué repetimos en nuestra historia personal, más de lo mismo, nos acompaña?

Primer cuento breve:

En un pueblito, donde las personas de ese lugar nunca habían vivido en otro pueblo, existían ahí todos los colores: el azul del cielo, el verde del pasto, las flores de diferentes colores, las paredes de las casas pintadas con diversas tonalidades, todos los colores…. menos el amarillo! ¿Ud.cree que la gente en ese lugar podían extrañar el amarillo?…seguramente no… porque sino lo conocían no tenían esa opción, no lo podían extrañar….!

Y ahora el segundo cuento breve:

En una familia, en dónde los padres que vivían en esa casa hablaban de temas referidos al arte, compraban obras pictóricas de diferentes autores, iban a exposiciones sobre el tema…tenían un hijo pequeño, que cuando iban a esas exposiciones lo llevaban “de colita”, como para no dejarlo solo…y no precisamente porque ese chiquito quisiera ir. Evidentemente en esa casa había un lenguaje en el que siempre se involucraba este tema del arte.

Como el que vive en el campo, que como ejemplo si ven una planta seguramente puede reconocer en qué punto de maduración está por la experiencia de haber mirado muchas en el tiempo…pero si va alguien de la ciudad, probablemente al mirar la misma planta sólo sabrá decir “qué linda planta”, sin mayores apreciaciones sobre ella. Todos adquirimos conocimientos del lugar en donde nos criamos y de ahí sacamos nuestras herramientas para manejarnos en la vida.

En este cuento pasa el tiempo y el chiquito de esa familia se hace grande, ya un muchacho.

Viene un amigo de él, otro muchacho y le pregunta si le puede hacer un favor: si lo acompaña a comprar cuadros que hoy se valorizan menos porque pertenecen a pintores muy jóvenes y sin trayectoria, pero él, él comprador negociante, necesita que tengan “talento” para poder venderlos mejor y como no sabe cómo detectar ese valor agregado: el talento mencionado por que nunca aprendió a reconocerlo ya que sólo lo hace por una inversión circunstancial, y con el tiempo coticen mejor y venderlos más caros, le pide si lo acompaña a elegirlos. Su amigo por supuesto le dice que sí….Y alguno evidentemente deben de haber encontrado porque el primer muchacho tenía herramientas con las cuales buscar por su historia familiar.

Qué hubiera pasado si ese segundo muchacho le hubiera pedido a otro amigo, un tercer muchacho lo mismo, si lo acompañaba a buscar cuadros para invertir en pintores jóvenes con talento?…Por que este tercer amigo seguramente le habría dicho que sí…pero sin experiencia ni las herramientas adecuadas difícilmente hubieran encontrado ese talento, eso que solo se verifica con el tiempo y solo en el tiempo podrían darse cuenta del error de la búsqueda.

Y TODOS BUSCAMOS PAREJA ESTABLE DE ESTA MANERA:

Solo con las herramientas que conocemos, todos los colores del primer cuentito…pero no el “amarillo deseado”, por que nunca lo vimos y no sabemos cómo es para ir y poder encontrarlo!) Sería como encontrar un tesoro (la pareja) con los datos que tenemos, las herramientas conocidas, que sólo pueden salir de las relaciones vinculares que tuvimos en nuestra familia de origen. Difícil encontrar algo que no conocemos y difícil encontrar un tesoro con los datos equivocados.

En la búsqueda de la pareja, las solas y solos, inconscientemente, tratamos de encontrar al protagonista más parecido a aquel que deseamos tanto que nos quisiera siendo niños. Y que encontramos si el personaje es similar?…lo mismo y volviendo a sentir más de lo mismo.

Sino no nos valorizaron de chicos vamos a encontrar una pareja que no nos valorice lo suficiente, si no tuvimos una familia que nos escuchara de chicos vamos a encontrar un personaje que no nos escucha, si fueron violentos con nosotros de chicos vamos a encontrar una pareja que termina tratándonos igual y no nos alejamos rápidamente por que es lo habitual para nosotros por nuestra historia y por eso podemos tolerarlos a pesar que no nos trae sentimientos de felicidad.

Si tuvimos padres inmaduros (“padres hijos”) en dónde nos decían lo que “debíamos hacer” según sus expectativas, sin escuchar o respetar las nuestras, aún con su mejor voluntad, pero equivocados en que lo que se le da a un hijo…y el mensaje probablemente no termina siendo el adecuado:

“Querido hijo yo soy tu espalda, salí a la vida para hacer lo que sientas, yo estoy para acompañarte y aunque te equivoques… eso no está mal, porque el error también es un escalón más en el aprendizaje”.

Es éste el mensaje adulto y maduro de un padre/madre a un hijo que está creciendo…y no es precisamente el que hemos escuchado, en dónde el hijo parece ser más adulto que los padres porque su actitud es más de complacerlos y ser llevadero por un cierto sentimiento de “miedo a que nos dejen de querer” sino cumplimos con sus deseos.  No podemos defendernos de chicos de esa estructura justamente por ser niños.

En estos chicos su archivo es “estar más para los otros que para él mismo” y complacer mas al otro que reclamar lo que uno también desea….y salen a la vida recolectando más de lo mismo, ó sea amigos “hijos”, parejas “hijos”, en dónde están siempre más para contener a los demás que para que los contengan.  Y cuando eventualmente necesitan de los demás alguna vez por que también nos pasan cosas duras, esos personajes de los que se han rodeado buscando afecto….son lo que les contestan  “pero si vos sos fuerte”…y a la hora de estar para acompañar…no estan y se van….por que son inmaduras de nuevo nuestras vinculaciones afectivas, pero esta vez elegidos equivocadamente por nosotros, ellos están para los demás pero los demás no estan para ellos y volvemos a sentirnos vulnerables y solos emocionalmente.

Las personas que han tenido padres “hijos” son personas que desde chicos les cuesta mucho pedir ayuda, muy autosuficientes e independientes en la vida y en lo laboral, por que desde niños han tenido tan poco apoyo emocional que sin darse cuenta, tienen mucho entrenamiento para poder arreglarse solos en casi todo, y a la hora de necesitar algo, los demás les contestan: “pero si vos sos fuerte, no podés arreglarte solo?…y se vuelve a repetir la historia, “están para los demás pero los demás no están para ellos” justo cuando más necesitan que los contengan. Porque ese archivo se grabó en nuestra mente como en una computadora, si le pongo un archivo a la computadora cuando hago click aparecerá en la computadora solo ese archivo…la computadora está perfecta, como nosotros, pero solo reproduce el archivo equivocado, el único que conoce, por eso no se da cuenta….los colores del primer cuento breve…no reproduce el color amarillo del mismo cuento por que nunca lo ingresó.

Las personas que aparecen en nuestra vida y nos han hecho ó hacen sufrir responden a ese primer archivo grabado en nuestra infancia, que surge de las relaciones vinculares que tuvimos alrededor y de las cuales no pudimos defendernos.  No elegimos donde nacimos: padres que, tal vez con la mejor voluntad también nos dieron lo único que conocieron…pero hoy si la vida nos devuelve transitar por relaciones no amorosas, la responsabilidad de cambiar el archivo de búsqueda de pareja equivocado es solo nuestra. Si tenemos otra mirada sobre esto, podremos retomar “EL PODER” en nuestra vida, porque las personas con las cuales formamos pareja no tienen nada que ver…a estas parejas las elegimos nosotros mismos y nos hemos quedado con ellas el tiempo que nosotros dispusimos.

Tal vez estas parejas serían distintas con otras personas, pero fuimos nosotros quienes decidimos quedarnos en esa relación hasta aprender a decir “basta”, en un escalón más en nuestro aprendizaje de la vida. Si logramos detectar este archivo (al igual que un antivirus reconoce un virus ó amenaza) y ver cuáles son las señales que nos seducen, que nos producen adrenalina en nuestro cuerpo y un cierto encantamiento (como el encantamiento en los cuentos), sabremos que esa no es la pareja indicada ni el camino por el cual avanzar. Y, o tomamos los recaudos de crecimiento personal para que estas personas no nos lastimen o reconocemos que estamos equivocados en la búsqueda de estas personalidades de pareja.

En este mundo a grandes rasgos hay dos clases de personas dentro de un camino de evolución y del trabajo interno personal:

Los que sólo saben “mirarse el ombligo, egoístones, egocéntricos, individualistas, demandantes, etc” a los cuales obviamente la vida será la encargada de hacerles entender que tienen que levantar la mirada y darse cuenta que existen los demás no sólo para pedirles sino también para dar, y que tienen un diálogo coherente con su entorno, ya que son egoístas y los demás se lo dicen aunque ellos no escuchan…ya que es su opción.
Y los otros, los que tienen al revés que aprender a mirarse un poco más “el ombligo”, a quererse y respetarse como primera opción, a los que le cuesta decir que “no”, les cuesta pedir lo que necesitan, les cuesta poner límites en lo afectivo porque se sienten culpables de no hacer lo que el otro quiere….como cuando eran chicos ….y a quienes los demás les dicen que son amorosos y que no cambien… porque a ellos les conviene su actitud. Estas personas seguramente en lo laboral son exitosas lo cual es parte del mandato familiar, pero en lo afectivo son muy vulnerables dado que en su necesidad de recibir afecto, dan cada vez más y reciben en lo personal cada vez menos.

En este sueño en el que todos nos encontramos, “como dormidos “en una realidad que transitamos con la idea y el anhelo de encontrar a alguien diferente de las parejas que hemos tenido…en la búsqueda de la pareja ideal…sin darnos cuenta que tenemos “un radar para más de lo mismo’…por que no conocemos otra cosa y solo repetimos y no sabemos cómo buscarla, dormidos repito, en ese archivo que no nos deja ver realmente como es el otro a cambio de ver lo único que conocemos, y no nos alertamos rápido en descifrar al otro en su real manera de ser, por no tener todavía incorporado el talento o la experiencia emocional adecuada …..y sólo hace falta descubrir y cambiar cuáles son esas herramientas mal aprendidas que sólo conducen, repito…a más de lo mismo.

La consultora trabaja dentro del sistema, como Coach, en descubrir patrones repetidos en su historia, de donde salen, a quien representan y así filtrar los perfiles que no se correspondan con nuestra búsqueda de pareja estable.

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